viernes, 8 de enero de 2010

ESCUCHAR EL SILENCIO



Una de las obras más sorprendentes de la Historia de la Música Occidental es  la composición titulada 4´33" de John Cage
Se trata de una pieza musical en la que se nos invita a escuchar el silencio, esto es, los minúsculos sonidos que nos rodean continuamente.

¿Y cómo se puede componer una obra musical sin sonidos? Parece un contrasentido, sí, pero no lo es. Es una obra de esas que pertenecen a la corriente de arte indeterminado: en ella se nos pide que, durante cuatro minutos y treinta y tres segundos, agudicemos el oído, que busquemos todos esos sonidos casi imperceptibles de nuestro alrededor, esa cantidad de sonidos sutiles y tenues generados sin querer por la gente que nos rodea (respiraciones, suspiros, gruñidos), por la materia inerte del mobiliario (el susurro del aire acondicionado, el ventilador que gira, crujido de sillas, el frufrú de una cortina agitada por el viento) o incluso los sonidos del exterior del auditorio (pasos de gente por la calle, tráfico rodado, murmullo de la brisa entre los árboles, lluvia, borboteo de un arroyo, canto de un pájaro…) todos esos sonidos que forman parte de lo que denominamos sonido ambiente y que es lo que, con los ojos cerrados, hace que reconozcamos el lugar y la hora en la que estamos.

Es el azar el que determina en cada momento lo que escuchamos cuando escuchamos el silencio. John Cage únicamente nos invita que le prestemos atención. A que seamos conscientes de que existe un montón de sonidos de esos que no se pueden escribir en una partitura.

Aquí, como en la mayoría de sus obra, la idea, el concepto, es más importante que la composición en sí. De esta manera John Cage nos invita a que reflexionemos en la cantidad y riqueza de sonidos que componen eso que denominamos “silencio”.

Para serenar la mente no hay mejor ejercicio que sentarse en un lugar más bien silencioso, incluso muy silencioso y dedicarse a "oir". Aguza el oido, no pienses en nada más, escucha : un perro, un vecino que tose, un motor que se enciende, un pájaro......Percibe todos estos sonidos como si de una pieza musical se tratara.

Que tengáis un buen día.
Montse

fuente: http://musicatic.wordpress.com/2007/09/30/a-john-cage-le-gustaba-escuchar-el-silencio/

4 comentarios:

  1. Interesante, el sonido sin sonido, pero el silencio más difícil es el de la mente. Cuesta tanto silenciar, serenar, las turbulencias mentales que hay extensos tratados de yoguis... El día a día nos mueve a velocidad de vértigo... Pero intentaré hacer el ejercicio que propones.

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  2. Por aquí se oyen teclados, toses, coches que pasan, conversaciones en varios idiomas, risas, tacones... No está mal, pero ahora toca bloquear todos estos sonidos y concentrarse : )

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  3. @Toni: Intentalo.Se trata de aquietar la mente, de estar en un lugar y dejar fluir los sonidos que se perciben, sin ningún propósito más.

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  4. @Saber Práctico:
    Claro,claro no vamos a estar escuchando el vuelo de una mosca si tenemos tareas pendientes que hacer.Al contrario, una habilidad (nada fácil) es saber concentrarse en lo que nos interesa, aislándonos de los demás ruidos ambientales.
    Pero...de vez en cuando cerrar los ojos y pararse a oir sin más, nos puede relajar.
    Gracias por la visita.

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